Toda la pureza del agua de mar.
Agua de mar oceánica total, natural, reducida a la isotonía fisiológica y preparada según las indicaciones del fisiólogo y biólogo René Quinton.
Equilibra la nutrición celular.
Por su contenido en cloruro, Quinton Isotonic contribuye a una digestión normal mediante la producción de ácido clorhídrico en el estómago.
Presentación: envases de 30 ampollas isotónicas bebibles, autorrompibles.
De 2 a 6 ampollas al día: por la mañana, al mediodía y por la tarde, no coincidiendo con las comidas.
La terapia marina consiste en administrar agua de mar a los pacientes para mejorar su estado de salud. Numerosos estudios avalan que el agua orgánica es esencial para el mantenimiento del equilibrio hidromineral de nuestras células. La escuelas de sabiduría clásicas ya hablaban del poder regenerador del mar pero, fue en el s.XIX, cuando el biólogo y fisiólogo René Quinton llevó a cabo los ensayos clínicos que demostraban que el agua de mar, rebajada a la isotonía, es idéntica al medio interno humano. El agua de mar isotónica, conocida anteriormente como Plasma de Quinton, consigue reconstruir la célula dañada.
Actualmente, estudios universitarios y científicos de la Universidad de Alicante, de la Universidad de Murcia y de la Universidad de Granada recomiendan el uso y/o consumo del agua de mar ya que, contiene todos los minerales necesarios para el buen funcionamiento de las células y, gracias a la biodisponibilidad iónica de estos elementos, se consigue reponer cualquier carencia de minerales. Además, el agua de mar desempeña un papel fundamental en el mundo de la nutrigenética, tal y como han demostrado Peter Agre y Rodrick MacKinnon (Premios Nobel de Química 2003), y Bruce Lipton (Doctor en Medicina), las operaciones de una célula están definidas también por su interacción con el medio y no solo por su código genético.
La ingesta de agua de mar consigue equilibrar el organismo, regenerando las células y devolviéndoles su vitalidad. Esta ingesta ayuda al tratamiento de numerosas dolencias como problemas dermatológicos, quemaduras, gastroenteritis, colon irritable, dismenorrea, astenia, deshidratación, anemia, infecciones urinarias, rinitis, sequedad nasal, cansancio, insomnio, stress, artritis, reumatismo, osteoporosis.